De qué se trata el Coaching Ejecutivo

El coaching ejecutivo es un entrenamiento para desarrollar competencias personales y profesionales para altos directivos de las empresas, dueños, gerentes, emprendedores, líderes de equipos y otras personas en puestos clave. Es un espacio de reflexión y aprendizaje que impacta en acciones concretas.

Es una herramienta de desarrollo profesional, y a la vez de crecimiento personal.

El coach acompaña de manera personalizada al ejecutivo (coachee) para que éste pueda explotar al máximo su potencial desde la práctica. No se trata de un curso de capacitación.

Se trabajan habilidades directivas como liderazgo, motivación de equipos, desarrollo de gestión estratégica, comunicación, gestión del tiempo, entre otros, y también habilidades personales como autoconocimiento, autoconfianza y responsabilidad. Exploran sus motivaciones, los deseos y objetivos.

El coach enriquece la perspectiva del ejecutivo, desafiando su mirada, proponiendo alternativas desde un lugar más objetivo. Este enfoque le permite al directivo encontrar nuevas ideas y soluciones que hasta el momento no había identificado. Esto se traduce en bienestar para el coachee y en una mejor performance, con resultados positivos para la organización.

 

¿Por qué las empresas (en qué casos) llaman a un Coach Ejecutivo?

  • Cuando existe desalineación entre talentos y expectativas de resultados.
  • Ante la necesidad de aumentar las competencias y habilidades de liderazgo.
  • Cuando el líder de un equipo de trabajo no termina de conectar con las personas que lo componen.
  • Si existe dificultad para tomar decisiones.
  • En los casos que resulta común que ideas e iniciativas se queden inacabadas o nunca comiencen a desarrollarse.
  • Cuando se experimentan señales de que algo no va cómo le gustaría.
  • Ante la necesidad de mejorar el manejo de las emociones en el ámbito laboral.
  • Cuando se perciben problemas para delegar, falta de confianza en los demás o individualismo excesivo.
  • Cuando existe un desequilibrio entre el tiempo y energía dedicados al trabajo y a los demás aspectos de su vida.
  • Ante síntomas de estrés o ansiedad.
  • Cuando la empresa se encuentra inmersa en un proceso de cambio o transformación.
  • Si se experimentan dificultades en algunas relaciones interpersonales

 

¿En qué consiste un proceso de Coaching Ejecutivo?

Se desarrolla mediante reuniones individuales entre el coach y el ejecutivo (coachee)

En primer lugar, se establecen los objetivos para el proceso y se define la forma en que serán medidos.

Para determinar los objetivos pueden intervenir dos partes; coach y coachee, o tres partes: coach, coachee y “sponsor” (que aporta la mirada de la empresa explicitando cuáles son las expectativas de resultados o habilidades que quieren que el ejecutivo desarrolle). Todas las partes deben estar de acuerdo en los objetivos elegidos.

La duración del proceso depende del alcance de los objetivos, de las características de los coachees y otros factores, pero son períodos acotados. Para dar una referencia, podemos hablar de aproximadamente 10 sesiones.

Luego, en cada sesión, se especifican el tema y los objetivos a trabajar enmarcados en este acuerdo de proceso.

 

¿Cómo es una sesión de Coaching Ejecutivo?

Una sesión de Coaching Ejecutivo se ve como una conversación entre un Coach y un Ejecutivo (Coachee).

El Coaching Ejecutivo se enfoca en objetivos concretos y medibles. Por ello, la sesión comienza definiendo cuál es el tema que el coachee quiere trabajar.

Esto es su decisión como Coachee Ejecutivo, en base a lo que más lo está movilizando en ese momento, siempre enmarcado en los objetivos que se plantean para todo el proceso.

Además de definir el tema, define junto al Coach las metas específicas de esa sesión, es decir, qué es lo que pretende llevarse concretamente de la conversación.

El  Coach lo acompaña a lo largo de la sesión, a revisar sus creencias y sus pensamientos, para identificar aquellos que lo potencian y los que no le están permitiendo lograr sus objetivos.

¿Cómo lo hace? Principalmente a través de preguntas que te lo llevan a «darse cuenta». En la sesión solemos escuchar: «¡Ah! Por eso es que yo…»; «¡Ah! No lo estaba viendo de esa manera» y otros momentos «¡Ah!» que les revelan cosas sobre ellos mismos y les permiten  elegir cuáles conservar y cuáles cambiar por otras que les sean más útiles en ese momento de su vida profesional y personal.

El Coach también puede «espejar», mostrar cosas sobre ellos mismos. Por ejemplo, leyendo sus expresiones corporales, sus gestos, prestando atención a muletillas o cómo utiliza el lenguaje (Dijiste “es difícil” 6 veces en los últimos 15 minutos. ¿Qué interpretación le podés dar?)

También se utilizan herramientas específicas, por ejemplo la “Tabla de metas” o  la“Ventana de Johari”, que el Coach propone, en función de las metas de la sesión y a lo que emerge de la indagación.

Parte fundamental de la sesión es el diseño de acciones. Éstas van a surgir como ideas del coachee en base a lo trabajado. El hecho que el ejecutivo piense y elija sus acciones hace que las probabilidades de concretarlas y su compromiso sean mucho mayores.

Y es a través de la acción que realmente ocurren los cambios.

La sesión siempre incluye sobre el final revisar si se ha cumplido su objetivo.

 

El Coach

Es conveniente que el coach, además de su formación y certificaciones de base, tenga formación y experiencia en el ámbito organizacional, ya que cuenta con más herramientas específicas para desarrollar con éxito su labor. Consideramos muy importante también la mirada sistémica de este proceso, en el marco de un trabajo integral en las empresas.

 

El Coaching Ejecutivo está cada vez más presente en las empresas. Hace tiempo que las grandes compañías utilizan esta herramienta, que ha probado su eficacia directamente incrementando la rentabilidad. Hoy está también al alcance de las Pymes, y las que incorporan estas herramientas están claramente construyendo ventajas que las posicionan y las impulsan hacia el logro de sus objetivos y la mejora en su bienestar.